
Si ustedes piensan que me recibí de comediante están equivocados, es la pura realidad la que les estoy contando. En un país como el nuestro se premia a quien atenta contra la libre expresión de ideas, necesaria para toda democracia.
Pasa que Hugo es íntimo de Cristina y entonces lo reciben, cual Mesías, con el camino de laureles. Lo veneran como a un ídolo y buscan copiar constantemente los pasos de su gobierno que se dice democrático pero que es un cruento autoritarismo.
No es necesario mostrar cuáles son las imitaciones que Cristina hace del gobierno venezolano porque con sólo mirar los acontecimientos recientes de bloqueo a las voces disidentes nos damos cuenta de qué rumbo quiere tomar la política kirchnerista.
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