No conforme con ello, sugiere que los usuarios damnificados por su decisión incurran en un daño aún peor para ellos. Ahora el gobierno, junto a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, está promocionando a través de un spot televisivo la idea de que los consumidores del servicio que brinda Fibertel inicien acciones legales a dicha empresa.
¿Qué implicaría este juicio? Que los usufructuarios caigan en un largo proceso que en realidad no les corresponde afrontar y que enfrenten un gran gasto para algo de lo que no se garantiza el triunfo.
Entonces me pregunto, ¿qué pretende el gobierno de mí? Y la respuesta se nos hace evidente: pretende que seamos un arma más para lograr el propósito de controlar todos los ámbitos de la comunicación bien de cerca. Y lo peor del caso es que una vez más quieren quedar como un gobierno protector y preocupado por sus representados.
Mientras más se esmeran en simular, más se les va viendo la hilacha del disfraz de cordero que lleva este lobo hambriento de poder.
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